Estar lejos. Sentirse distante. Ajeno al circuito. El tenis tiene mucho de esto a partir de situaciones injustas e inciertas que separan al tenista de sus anhelos.
En este mundo frívolo, superficial, duro y en ocasiones hostil, todavía hay jugadores como Rafa Nadal que nos hacen volver a creer que aún estando en la cima uno puede seguir mostrándose como verdaderamente es: honesto, genuino, sensible y real.
Dieciocho años tuvieron que pasar para que Rafael Nadal pudiera quedar afuera del Top10 a partir del 20 de marzo. Sigue siendo algo impensado y extraño. De esta manera, dejará su marca en 912 semanas entre los 10 mejores tenistas del planeta.
A veces, no alcanza el esfuerzo y la voluntad para mantenerse entre los primeros puestos. Tampoco romper récords en los Torneos Grandes. Las lesiones siempre juegan una mala pasada, y no es la primera vez que el español se aleja por un tiempo de las pistas prometiendo volver cuando culmine con el proceso de recuperación.
Y entonces, comenzamos a reflexionar sobre los años que castigan sin piedad, las condiciones humanas que cambian y los tenistas que se ven obligados a ceder su posición por naturaleza.
Nadal quiere seguir haciendo historia, pero sabe que algo está mal. Y el público lo percibe.
¿Podría alguien levantar vuelo en medio de la adversidad? Difícil, quizás. Pero siempre está la posibilidad de "reinventarse" una y otra vez, manteniendo la misma esencia.
En lo inminente, Rafa dejará para las generaciones presentes -y futuras- un gran mensaje: "dar siempre un poco más". El balear nos enseña que no hay edad para las grandes hazañas y, que el respeto y la admiración no se consiguen forzadamente, sino desde la nobleza y el trabajo cotidiano.
Podemos discutir mucho sobre la historia del tenis y seguramente tendremos opiniones diferentes. Pero no podemos negar que tenemos aún el privilegio de ser contemporáneos a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos. El rey del polvo de ladrillo. El dueño de París. El ganador de 22 Grand Slams. El animal competitivo más importante. No se puede poner en palabras lo que significa todo esto. No las hay. Y a pesar de que nadie vaya a convertirse en un Nadal, siempre será posible construir personas con hambre de superación como sabe inculcar el tenis español desde la figura de Rafa Nadal.
En esta temporada, dos prestigiosos torneos -Indian Wells y Miami Open 2023- no contarán con su presencia pero tenemos la firme convicción de que estará de vuelta. Volverá a competir. Volverá a gritar cada punto ganado deslizando el brazo hacia arriba con el puño apretado. Siendo mejor y más fuerte. Y ojalá haya Rafa Nadal para un rato largo.

✍️Por Mariana Carmona
Co-founder La Gran Willy Tenis